En Europa y en gran parte del mundo cristiano, el Día del Padre se
celebra el 19 de marzo, con motivo de la festividad de San José, padre
de Jesús.
En 1948, Manuela Vicente Ferrero, una maestra decidió celebrar en su
escuela una jornada festiva para agasajar a los padres de sus alumnas.
La idea surgió a petición expresa de algunos padres que estaban
"celosos" de la celebración del Día de la Madre y le transmitieron su
deseo de tener un día en el que fueran ellos los homenajeados.
Aquella primera jornada en honor de los padres, incluía misa, entrega
de obsequios elaborados manualmente por las niñas y un festival
infantil con poesías, bailes y teatro. Sus convicciones religiosas la
llevaron a pensar en la idoneidad de elegir la fecha de la onomástica de
San José, considerándole modelo de padres y cabeza de la familia
cristiana, humilde y trabajadora.